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jueves, 29 de mayo de 2008

Energía eólica huracanizada


Hace unas semanas, mientras se daba el debate sobre la situación de Petróleos Mexicanos y la intentona privatizadora del gobierno del “espurio” Felipe Calderón, el premio Nóbel de química, Mario Molina aportó una interesante y a la vez importantísima idea: Contemplar fuentes alternas de energía.
Nada nuevo, parecería ser, pero los países dependientes del petróleo, como México, intentan utilizar este hidrocarburo en lo más que se pueda. No obstante, la Pacha Mama ya nos esta cobrando ese uso indiscriminado de los recursos naturales, por ello lo del calentamiento global y otras calamidades que se asoman.
Entre los fenómenos que han ocurrido en México por ese calentamiento y que son más destructivos son los huracanes. Nuevos no, pero sí ocurren más seguido que antes, incluso ya hasta tienen temporada. Por ello propongo un invento, que si bien apenas lo estoy bajando del mundo de las ideas, podría algún día servir, quien sabe.
Propongo la creación de una central eólica, que funcione a partir de reactores eólicos y marítimos que conviertan la energía de los huracanes en energía eléctrica. Sería necesario fabricar una turbina especial que capte en varios puntos semi-costeros los vientos de más de 250km/h. Si una turbina llega a dotar de electricidad a una villa chica con tan sólo 30km/h, imagínate cuanto sería con varias turbinas a mayores velocidades.
Asimismo, crear turbinas flotantes ancladas al lecho marino (para evitar chingarse más arrecifes de coral) que funcionen en base al movimiento de las olas y que soporten un huracán. Ahí si estaría más cabrón.
De todas formas, sería también útil, ahora que se calentará más el globo, pues ir implementando más energía solar en las grandes ciudades, al menos de forma doméstica.
Así que ahí está la idea en la mesa, que un buen inventor la tome o que se quede nomás ahí vagando en la web.

1 comentario:

Jenny Izbeth dijo...

Considero que deben ser evaluadas las opciones de energía alternativa. Desde luego que es necesario terminar con la dependencia a los hidrocarburos ya sea porque son limitados o por su contribución en el calentamiento global (que hace que no estemos asando)
Sin embargo no se deben tomar tan a la ligera las recomendaciones para generar alternativas energéticas. Debemos pensar que las soluciones rápidas no pueden ser sustentables a futuro. Estamos inmersos y somos parte de un frágil equilibrio donde cualquier cosa que inventemos propicia una cadena de efectos ambientales que a futuro nos pueden llevara a significativas catástrofes (como de las que hemos sido testigos en estos años). Por eso es importante estudiar con cuidado las alternativas a los hidrocarburos.
La energía eólica por ejemplo ha sido un problema para las rutas migratorias de aves, cosa que no parece tan grave como el calentamiento global; sin embargo, si lo es para las cadenas tróficas en las que están incluidas estás aves.
La energía solar, que ha sido tan anunciada como una de las más limpias, es una de las fuentes de energía que genera los peores efectos. Además de la contaminación "de espacio" es decir la cantidad de áreas ocupadas, tiene dos grandes problemas:1) La industria que fabrica los paneles solares trata con los químicos mas tóxicos que puedan usarse. 2) Genera un espejo de grandes dimensiones provoca grandes cambios en los ecosistemas como ya demostraron los embalses de energía hidroeléctrica, alterando climas y pudriendo literalmente algunas zonas. Desde luego que esto no se ha dicho públicamente ni se ha difundido.
Otra alternativa es la de los biocombustibles, sin embargo la generación de estos combustibles no parece una solución ética sobre todo ahora con el surgimiento de las crisis alimentarias que nos ponen en un estado maltusiano ya anunciado.
Quiero aclarar que no estoy en contra de que pensemos en fuentes de energía alterna, pero si quiero dejar en claro que con base en los resultados que conocemos de las alternativas que hoy se exploran, es necesario invertir más en la investigación del desarrollo y perfeccionamiento de dichas alternativas. Sobre todo pensar en soluciones más integrales, sustentables y basadas en el concepto de sustentabilidad a largo plazo.
Finalmente debemos recordar, que los humanos no somos el centro del planeta, si no parte de un equilibrio que debemos mantener, aunque suene contradictorio, para nuestro propio beneficio; tal y como nos lo estado haciendo saber la misma naturaleza.

Nada es gratis, la única manera ecológica de usar energía, es usarla en su justa medida.

Jenny Izbeth Flores Ortega
Maestría en Administración Integral del Ambiente
Con especialidad en gestión ambiental
El Colegio de la Frontera Norte. Tijuana