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lunes, 25 de febrero de 2013

Filosofía para la clase trabajadora con empleos precarios


Desde hace unas semanas me encuentro trabajando en un proyecto sobre filosofía popular, por parte de la AC que un grupo de amigos y yo estamos conformando, y el cual me lleva a hacer algunas reflexiones al respecto, que quiero compartir.

Resulta que nuestro propósito es hacer una serie de videos y podcast sobre la importancia de la filosofía para cualquier trabajador con empleos precarios en México. Pero ¿Filosofía para qué? ¿De qué sirve en un mundo donde lo que menos te piden es reflexionar sobre la vida? ¿A caso filosofar no es perder el tiempo pensando en la inmensidad del cangrejo? Empecemos por la primera interrogante.

La filosofía, ese goce por la sabiduría que nutre nuestro intelecto a través del sistema de recompensas neuronales cada vez que aprendemos algo nuevo o resolvemos un problema, es el mejor sistema para ser un chismoso de categoría que conocemos. Es el arte más sofisticado de hacer preguntas sobre el lugar que ocupamos en el mundo. Por tanto, la filosofía cumple con un papel fundamental para preguntarnos sobre quiénes somos, de donde venimos, en donde estamos, hacia donde vamos, quiénes son los otros, por qué estamos aquí y que podemos hacer para estar mejor. De alguna manera, todos nos hemos preguntado esto en algún momento, y sin sospecharlo, ya estamos haciendo filosofía.

Pero ¿por qué la filosofía se volvió una actividad humana tan ampliamente difundida? Es sencillo, en principio: porque se divulgó en lugares públicos aquello que el pueblo pensaba pero que fue replicado por muy buenos observadores, a los que llamamos grandes filósofos. O a poco creían que Sócrates hablaba en cenas pomposas y cerradas? no según cuentan algunos libros él hablaba en lugares públicos tales como los baños como en las bacanales. Y de ahí cualquier filósofo que se precie de ser grande. Cualquier arte que no sea popular no puede ser trascendente en el tiempo, así de sencillo.

¿De que sirve la filosofía en un mundo donde lo que menos piden los patrones es que un trabajador reflexione sobre la vida en lugar de hacer su chamba? Pues justamente que piense que puede haber trabajos mejores en donde se le pague más, trabaje menos y se sienta mejor con su vida. ¿Para qué le sirve un trabajador consciente del lugar en donde está parado a un empleador que busca cómo ahorrarse unos pesos a costa del trabajo no pagado del obrero? Aquellos que no cuestionan nada son más dóciles para el trabajo, buenos burros y bueyes que llegan a adorar la yunta que los esclaviza. Pero hay de aquellos que piensan, porque hasta parecerán humanos que buscan su bienestar a través del entendimiento.

Paremos un poco sólo para comprender a nuestra población objetivo. Es la famosa clase media, en cuanto a la media de ingresos, es decir, aquellos cuyo salario es de entre 2 mil y 15 mil pesos mensuales (entre 200 y 1300 dls). Esto es cerca del 40% de los trabajadores formales del país. Esos mismos, que trabajan dos turnos con un salario y cuarto, aquellos que trabajan más de lo que dice su contrato, cuando tienen, o que por la llamada flexibilidad laboral deben tener entre dos y tres trabajos temporales para intentar juntar un salario mínimamente decente. Los mismos que cada crisis el gobierno y los bancos culpan de no saber gastar los créditos inmoviliarios o el despilfarro de sus gobernantes corruptos.

Ante ello, tenemos la primer limitante. La gente que trabaja tanto con tan poco salario, vive en condiciones de constante estrés, frustración y tristeza por lo que leer un texto filosófico le resultaría poco relevante o atractivo. El segundo, la mayoría de los trabajadores laboran en lugares lejanos a su casa, por lo que el tiempo de traslado es de un rango aproximado de entre 40 a 120 minutos. Tercero, en la ciudad de México, todos los transportes públicos y de locomoción colectiva están siempre llenos, por lo que la probabilidad es baja, aunque no imposible. Cuarto, la mayoría de los trabajadores cuentan o con un celular o con un aparato de sonido para entradas de MP3.

Por ello es que hemos grabado una conversación entre trabajadores que somos, sobre la filosofía que masticamos todos los días. No sabemos si resultará interesante para los trabajadores flexibles, pero de lo que sí estamos seguros es que ya dimos el primer paso.