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lunes, 6 de julio de 2009

¡ Ciencia o Religión ! Argumentos contra lo políticamente correcto


En varias ocasiones he escuchado decir "la ciencia y la religión pueden convivir e incluso algún día se unirán" o que "la ciencia explica algunas cosas y la religión otras". Sin embargo, considero que es una actitud muy cómoda reproducir tales argumentos con el objetivo de parecer pluralista y respetuoso, o ya de perdida, ser políticamente correcto.

La Ciencia es un sistema cognitivo de conocimiento basado en el sometimiento a prueba de supuestos teóricos, comprobación de hipótesis, conocimiento acumulado en base a Evidencias. En cambio, la religión es un compuesto de argumentos basados en el sentido común, infalibilidad de las estructuras sagradas o mandatos divinos que no pueden ser falseados o cuestionados, y cuyo único soporte es la Fe.

La teoría de la Evolución está basada en millones de evidencias que apuntan a que la vida y extinción de las formas de vida a lo largo de la historia del universo son el resultado de múltiples interacciones a las que se les llama selección natural. Por ejemplo, la existencia de los seres humanos no sólo se debe a la evolución de los homínidos o a la carne cocinada o al caminar en dos patas, sino a factores como la extinción de los dinosaurios, las eras glaciares, la disminución del oxígeno en la composición del aire, entre otros múltiples factores.

En cambio, la religión sólo apunta al modelo de la creación inteligente. Donde uno o más seres divinos crearon todo en pocos días en función de las necesidades humanas. La única evidencia para ello son libros antiguos, transmisiones orales o simplemente la necesidad y obligación de creerlo. La versión judeo-islámica-cristiana de la creación del mundo es que un Dios creó todo en 6 días y puso lo creado a disposición del hombre. Algún monje de la edad media calculó la edad del planeta tierra al sumar las edades consecutivas de cada uno de los personajes que aparecen en la biblia, desde Adán hasta Yeshua (Jesús). El resultado fue de apenas 6000 años (!)

Pero la disyuntiva entre ciencia o religión no sólo se remite a temas trascendentales como la explicación de la vida y muchas otras, sino a las consecuencias de sus dogmas: Muertes humanas en nombre de Dios. Steven Weinberg, premio Nobel de Física 1979, dice que "La religión es un insulto para la dignidad humana. Con o sin ella, encontraría gente buena haciendo cosas buenas y gente mala haciendo cosas malas, pero para que la gente buena haga cosas malas, se necesita la religión"

Cabe preguntar cuántas guerras se han llevado a cabo por fundamentalistas religiosos a los que no les importa sacrificar la vida de miles o millones de personas con el único fin de hacer prevalecer una idea de la cual no tienen la más mínima prueba de su existencia?. La respuesta son la mayoría. Las otras son por temas económicos o sociales.

El enquistamiento de la religión en las sociedades humanas ha provocado más retrocesos que avances. Tan sólo los estudios históricos sobre gobiernos pro-iglesias, como en el Continente Americano, por ejemplo, ha provocado retrocesos económicos, desarrollo de una cultura de la subordinación y atrasos científicos y educativos. De hecho, se han observado mayores avances sociales cuando la clase política se seculariza. Ejemplo de ello son los fundamentalismos islámicos, cristianos y judíos, e incluso los budistas. Pregúntale a algún judío de Jerusalén se le ocurriera visitar la Mezquita de Al-Aqsa, o lo que le ocurriría a algún musulmán visitar el muro de las lamentaciones, un piso abajo de la Mezquita. La respuesta sería la misma: Me matarían.

En conclusión, no es posible seguir con un discurso cómodo de científico pluralista o de religioso moderado donde la religión y la ciencia conviven en armonía. El conocimiento en base al falseamiento de hipótesis a partir de las evidencias es antagónico (y no alternativo o paralelo) a la mera necesidad de creer por creer.

La creencia en un ser supremo no es una necesidad vital e inherente del ser humano, de hecho sólo lo es utilizada para explicar fenómenos cuya explicación no calza con el sentido común. Pero ahora tenemos el conocimiento científico y a la razón para explicar algunos fenómenos, y aunque aun no exista alguna explicación científica para otros no significa que la religión sí la tenga.

¿Es posible vivir sin la religión y sin la creencia de un Dios y al mismo tiempo ser un ser humano benévolo?, la respuesta es obvia: SÍ