Autoritarismo

EL autoritarismo es el amor, temor y dependencia hacia la autoridad. Es aquella perversión de la delegación fundada en el mito del paternalismo y la unidad. Es el resultado de la imposición de dominio mediante la coerción y su reproducción en el tiempo queda internalizada en los dominados, quienes mantienen una posición apática y desinterés hacia el bien público.

El autoritarismo puede convivir e incluso mezclarse con la democracia burguesa, y de hecho puede ser funcional en ciudades densamente pobladas. Se pueden crear mecanismos de consulta periódica que permitan el establiecimiento legítimo de gobernantes autoritarios, en particular en ciertas localidades dominadas por alguna familia de terratenientes, oligarcas y caudillos. La consulta popular límitada (voto periódico) perimte la elección del gobernante, pero restringe la elección de sus acciones, de su equipo y de su consecuencias ante el pueblo.

Los vaciós estructurales propios del autoritarismo propician la mejor ganancia para los intermediarios. Éstos últimos se benefician tanto de los dominados o personas desvinculadas con el poder en tanto, ejercen el rol central para la canalización y gestión de demandas hacia los puestos de mayor jerarquía, y por su parte, se benefician de los gobernantes, en tanto que éstos canalicen los resultados, la información y controlen a los gobernados.